La OMS reconoce la efectividad de la Acupuntura en el tratamiento de afecciones como una especialidad de medicina plena.
La Acupuntura es empleada como método curativo desde hace siglos por la M.T.C. Medicina Tradicional China, que se basa en el estudio del cuerpo humano en un sistema de flujos de Energía, y entiende la enfermedad como la consecuencia de un desequilibrio de la Energía Vital que circula por el organismo, denominada Qì.
La tarea del Acupuntor, al igual que el Kinesiólogo, consiste en determinar el problema y señalar las zonas en las que se ha alterado ese flujo de Energía para utilizar su técnica Milenaria sobre ellas y, de este modo, restablecer el equilibrio perdido.
Los fundamentos de la Acupuntura Tradicional están basados en una paleomedicina que se ha mantenido a lo largo de siglos, por la constancia de sus efectos y sus magníficos resultados. Las teorías de la Medicina Tradicional China son anteriores a la existencia del método científico y, por lo tanto, sus métodos proceden de la observación y son empíricos.
El Acupuntor trabajará con agujas metálicas, la cuales se insertan en Puntos Especiales de la piel, que corresponden a los llamados Canales o Meridianos, por donde circula la sangre (Xue) y la Energía (Qì). Las agujas son muy finas y pulidas, de diferentes longitudes y calibres dependiendo de la zona que haya que punturar, son estériles y desechables, las medidas varían desde media pulgada, hasta 8 y 10 pulgadas.
Cualquier afección, dolor o desequilibrio físico o metafísico puede ser tratado ya que es M.T.C. tales cómo: